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Publicado en
11/9/24 12:20 pm

3 consejos para una gestión estratégica de proveedores

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3 consejos para una gestión estratégica de proveedores

En los últimos años, no han faltado desafíos en el ámbito de la logística y, por extensión, en la cadena de suministro. Desde la pandemia de COVID-19, que comenzó en 2020, hasta los eventos climáticos extremos, pasando por la guerra en Europa del Este y una elevada inflación global, el mundo ha enfrentado eventos que perjudicaron la dinámica de las cadenas de suministro y exigieron el desarrollo de nuevas prácticas para alcanzar la excelencia.

En este contexto, la gestión estratégica de proveedores ha ocupado un lugar destacado y sigue siendo una tendencia para los próximos años.

Para tener una idea de la magnitud de los desafíos que afectan la cadena de suministro, incluso gigantes automotrices como General Motors se han visto afectadas, por ejemplo, por la escasez de componentes electrónicos.

El problema fue más agudo entre 2020 y 2022, cuando China, el mayor productor de este tipo de material, insistió en una estricta política de cero COVID, que llevó al cierre de fábricas por largos períodos, complicando la cadena global de electrónicos.

El impacto fue tan fuerte que Chevrolet tuvo que suspender temporalmente la producción de uno de los autos más vendidos en Brasil, el Onix. Fue hasta 2024 que la compañía pudo reanudar la entrega del modelo con todos los componentes electrónicos de serie, como el Bluetooth.

A partir de este ejemplo práctico surge la duda: ¿es posible prepararse realmente para el futuro sin saber qué crisis podrían afectar nuestra operación?

Aquí reunimos un contenido completo sobre cómo estructurar una gestión estratégica de proveedores que mantenga a la empresa siempre un paso adelante. ¡Descúbrelo!

¿Qué es la gestión estratégica de proveedores?

El concepto de gestión de proveedores se refiere directamente a la búsqueda y mantenimiento de una red confiable de proveedores para mantener en funcionamiento la cadena de un negocio. Estos proveedores pueden proporcionar insumos o servicios que una empresa necesita, ya sea para la producción de un producto o para mantener la estructura operativa de la empresa.

Este campo, por sí solo, ya es extremadamente estratégico, ya que los proveedores que no logran cumplir con las entregas en la cantidad y calidad requeridas pueden llevar a la empresa a ofrecer productos de baja calidad o incluso provocar la paralización del negocio, como en el caso de la falta de componentes que enfrentó Chevrolet en Brasil.

Por eso, la gestión estratégica de proveedores va más allá de la simple firma de un contrato de compra-venta o de prestación de servicios. Gestionar proveedores estratégicamente significa cuidar la relación entre el contratante y el proveedor, pero ir más allá.

Las grandes empresas pueden tener una lista de proveedores que llega a cientos, provenientes de diversas partes del mundo. La gestión estratégica de proveedores se ocupa de mapear y analizar continuamente posibles disturbios logísticos, ambientales, económicos y políticos que puedan afectar a un proveedor, permitiendo tomar medidas anticipadas para evitar pérdidas y daños.

Además, la gestión de proveedores también tiene como objetivo evaluar la situación general de las empresas proveedoras, buscando identificar la salud de sus operaciones y otros movimientos del mercado.

Estrategia para reducir riesgos

En última instancia, la gestión estratégica de proveedores tiene como objetivo reducir los riesgos para la operación de una empresa. Al analizar estratégicamente a los proveedores, una empresa puede seleccionar aquellos mejor preparados para satisfacer las demandas del negocio, favoreciendo tanto la operación como la reputación de una marca.

Dada la gran importancia de la gestión estratégica de proveedores, aquí te compartimos tres consejos clave para esta área en 2024:

1) Estándar de gobernanza y riesgos

Hasta hace unos años, el precio era uno de los factores más importantes (o el más importante) para contratar a un proveedor. Pero esa realidad ha cambiado, al igual que el comportamiento de compra del consumidor final.

Esto se debe a que la posibilidad de desabastecimiento, una crisis de imagen y reputación, o pérdidas financieras irreversibles se han convertido en problemas con la capacidad de alterar profundamente una marca.

Tener un estándar bien definido de gobernanza en la cadena de suministro se ha vuelto imperativo para reducir riesgos. Esto significa que, una vez que se define un protocolo o plan de acción, cualquier desviación de él representa una amenaza para la estrategia de la empresa.

La gobernanza se convierte, entonces, en un punto central de la estrategia también en la gestión de proveedores, tarea que debe llevarse a cabo estrictamente dentro de los estándares establecidos.

Esto puede ser un desafío, ya que también implica ajustes en la cultura organizacional y la adhesión de líderes y diferentes áreas dentro del negocio, lo que nos lleva al siguiente punto.

2) Gestión ESG

La sigla ESG ya no es nueva y ahora es bien conocida por los equipos de gestión empresarial. Medio ambiente, impacto social y gobernanza son términos que hoy deben formar parte del vocabulario de cualquier empresa, como resultado del cambio radical en el comportamiento del consumidor en las últimas décadas.

Tener tu marca asociada a condiciones laborales análogas a la esclavitud, a acciones que destruyen el medio ambiente o que perjudican la vida de las personas, son solo algunos ejemplos de lo que la falta de una política ESG puede causar a una marca.

Sin embargo, no sirve de nada que una empresa tenga una política ESG premiada si sus proveedores no siguen las mismas pautas. Imagina que una cadena de alimentos tiene como proveedor a una granja donde los animales son maltratados antes del sacrificio. La asociación entre la marca y el proveedor puede tener consecuencias desastrosas para la reputación e imagen.

En estos casos, es importante que las empresas cuenten con herramientas que analicen la conducta ESG de los proveedores, estandarizando y automatizando el proceso de gestión de riesgos.

3) Resiliencia

Algo es seguro: las novedades y los desafíos en la cadena global de suministro no van a cesar.

Ya sea por el escenario geopolítico mundial, por cuestiones políticas, económicas o de infraestructura locales, o incluso por el cambio climático, es fundamental que los sectores de gestión estratégica de proveedores sigan dispuestos a cambiar y preparados para aprender.

La innovación seguirá siendo la clave que permitirá a las organizaciones responder a las disrupciones y cambios que continuarán ocurriendo, exigiendo ajustes de rumbo y el desarrollo de nuevas soluciones. La resiliencia será un factor que diferenciará a las organizaciones que respondan bien a estos cambios.

Además de estar abiertas a los cambios tecnológicos, como la revolución que la inteligencia artificial trae a la gestión estratégica de proveedores, las organizaciones también deben fomentar un entorno en el que los líderes y otros colaboradores compartan información y análisis sobre los escenarios macroeconómicos y geopolíticos, que cada vez más influyen directamente en la cadena de suministro, como vimos en los recientes episodios de la pandemia y la guerra en Europa del Este.

Tener una base diversificada de proveedores puede ofrecer soluciones ante el riesgo de desabastecimiento. Además, el uso de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, puede ayudar a los equipos a enfocarse más en la estrategia y menos en la burocracia, ofreciendo mayor agilidad.

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